ODONTOLOGIA

lunes, 9 de junio de 2014

¡Vamos a Nadar !

Es muy valioso para nosotros los padres conocer las manifestaciones orales de la trisomía 21, de las cuales ya hemos hablado en artículos anteriores, para poder dar pautas de atención temprana que contribuyan a mejorar la actividad anómala asociada a la  cavidad bucal, como la respiración, deglución, masticación, expresiòn verbal etc.  

 
Inducir al  menor que presenta la condición, a la pronta utilización del medio acuático ha arrojado resultados muy positivos a nivel bucal ya que va introduciendo una contingencia (El agua)  que poco a poco induce al cierre de la boca.
Para entender algo de este proceso debemos comprender que sucede a nivel muscular en toda el área oro- facial. El músculo temporal es el responsable de sostener la mandíbula y el  músculo masetero asume la apertura y cierre de dicha mandíbula. Estos dos músculos en conjunto producen el cierre de la boca.


En los niños con síndrome de Down, el tendón temporal que se inserta en el maxilar inferior está enlogado o es más laxo, esto origina la caída de la mandíbula y debilita la potencia de contracción en la masticación, esto es causado porque la lengua suele encontrarse apoyada en el labio inferior desde el nacimiento.
Al cambiar  la pocisión del maxilar inferior, se produce un cambio de las fibras del músculo masetero y cuando se cierra la boca, suelen quedar los dientes inferiores por delante de los superiores esto dificulta la posibilidad de articular palabras con la lengua entre los dientes. A esto hay que sumarle la hipotonia del músculo orbicular de los labios que influye en la coordinación del labio superior e inferior y por lo tanto afecta el cierre labial.

Se ha experimentado a lo largo de varios años que al desarrollar un programa de natacíon adecuado y que se ha complementado con terapia miofuncional ha mejorado los áspectos tónicos a nivel oro-facial. Estimulando el cierre labial y ayudando a posicionar la lengua.

Tener una experiencia positiva desde recién nacido al contacto con el agua, puede servir para que cuando se decida complementar la estimulación terapeútica con un programa en piscina el niñ@ responda de manera más eficaz. Una de las recomendaciones es siempre tratar de estar muy tranquilo y siempre entablar comunicación con el menor ya sea por contacto, acompañándo el baño con música de ser posible y expresar todo el afecto y amor de una manera espontanea. 

Una vez conseguido crear confianza del chico en la tina, su transición a la piscina será espectacular, podrá descubrir todos los bneficios de estar en el agua ya que ella, aparte de estimular su parte motriz, reforzará aprendizajes cognitivos y fortalecerá lazos afectivos. 



Aquí te dejo el link para que amplíes toda la información de  los beneficios de los programas acuáticos para los niños con síndrome de Down, así te animas y ¡Vamos a Nadar!  



  






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